La crisis económica en España tuvo un desencadenante internacional. Es decir, la Economía Española adolecía de múltiples desequilibrios, pero estalló tras las restricciones financieras que comenzaron con la crisis internacional, a partir de mediados de 2007. Pero los efectos empezaron a advertirse en 2008. La crisis económica en España ha tenido efectos negativos en tres ámbitos fundamentalmente ; Grave restricción crediticia ; La caída del PIB y la suma de estas condujo a una grave crisis fiscal como :
1. Han aumentado los gastos, debido fundamentalmente al aumento del gasto por prestaciones y subsidios de desempleo.
2. Han disminuido los ingresos públicos ligados al sector inmobiliario (Impuestos de Transmisiones Patrimoniales, Construcciones, Instalaciones y obras, licencias, Impuesto de actos jurídicos documentados .
3. Han experimentado una caída sin precedentes el impuesto de sociedades y el impuesto sobre el valor añadido: más de 46.000 millones de euros en dos años: 2008 y 2009. Posteriormente, el IVA se ha recuperado, pero no el Impuesto de sociedades.
4. El resultado de todo esto ha sido el empeoramiento de la situación fiscal de las Administraciones Públicas. Se ha pasado de un superávit del 2% a un déficit del 10,2% en dos años. En 2010 se ha reducido el déficit a un 9,2%, pero sacrificando toda la política económica a este único objetivo y teniendo en cuenta que un desfase entre ingresos y gastos de casi 100.000 millones de euros (9,2% PIB) es absolutamente insostenible.
Un informe elaborado por Credit Suisse sobre la riqueza mundial revela que las familias españolas han sufrido hasta mediados de 2012 una pérdida de riqueza del 18,4% respecto al año anterior, lo que representa la caída más acusada registrada entre las economías de la zona euro, especialmente perjudicadas por las adversas condiciones económicas producto de la crisis de la deuda soberana y la apreciación del dólar respecto al euro.
La investigación confirma que la recesión económica en muchos países combinada con una amplia reducción en el precio de las acciones y el debilitamiento de los mercados inmobiliarios han dado como resultado el peor escenario posible para la creación de riqueza en lo que va de la crisis financiera .
Aunque el entorno de mercado ha sido difícil en todo el mundo, la venta de valores españoles ha sido particularmente acusada y el descenso de los precios de la vivienda se ha intensificado , que cifran en 104.773 dólares (80.594 euros) la riqueza media por adulto en España, un dato que dejaría a España al borde de abandonar la categoría que agrupa a los países más ricos, cuyo umbral mínimo se sitúa en 100.000 dólares (76.920 euros).
En términos absolutos, el importe agregado del empobrecimiento de los hogares españoles sumó 177.000 millones de euros, sólo por detrás de la pérdida de 286.000 millones de los hogares italianos y por delante de la caída de 148.000 millones de Francia y de 50.000 millones en Alemania.
Igualmente de todas maneras, al incorporar el efecto de la apreciación del dólar el dato se ve «exagerado», puesto que la riqueza de los hogares españoles habría caído en este periodo en 873.000 millones de dólares, por detrás de Francia (-2,2 billones de dólares), Italia (-2,1 billones de dólares) y Alemania (-1,9 billones de dólares).
Entre estos países «más ricos», Suiza repite en primera posición con una riqueza media por adulto de 468.186 dólares (360.143 euros), un 13% menos, seguido de Australia, con 354.986 dólares (273.000 euros), un 11% menos, y Noruega, con 325.989 dólares (250.760 euros), un 7% menos. A nivel mundial , la riqueza de los hogares experimentó entre mediados de 2011 y mediados de 2012 una caída del 5,2% , hasta 223 billones de dólares (171,5 billones de euros), lo que representa la primera caída interanual del dato desde el comienzo de la crisis financiera y equivaldría a 49.000 dólares por adulto. Se trata del mayor descenso de toda la zona euro.
Pero en privado, diversos dirigentes del PP y miembros del Gobierno admitían su preocupación no solo por el golpe de imagen para España sino por la posibilidad cierta de que la situación económica se complique aún más .