En muchas ocasiones las tarjetas de crédito se convierten en un círculo sin salida, en donde la deuda comienza a incrementarse y no para, sobre todo si usted esta acostumbrado a pagar el mínimo mensual.
Por este motivo, es bueno estar siempre informado y saber que las deudas de tarjetas de crédito también tienen un plazo de prescripción.
En este sentido, la prescripción es la desaparición de una deuda por el transcurso de tiempo establecido para ello, con lo cual podemos decir, que todas las deudas, cualquiera que sea su clase, prescriben, o mejor dicho, prescribe el derecho de los acreedores para cobrarla.
Dicho de otra forma, el plazo de prescripción es la cantidad de tiempo en el cual el acreedor puede demandar al deudor por falta de pago de una deuda, con lo que pasado ese tiempo, la deuda queda sin efecto.
En el caso de las tarjetas de crédito, la deuda tiene establecido un plazo general de 15 años para que se produzca la prescripción.
En el contrato de una tarjeta, el emisor se obliga a unas prestaciones, a cambio del pago de una cuota anual, y a abonar las cantidades dispuestas en la forma convenida, con lo cual la entidad bancaria tiene la obligación de hacer frente a las facturaciones que se presenten.
Cuando se contrata una tarjeta de crédito, se establece un contrato de apertura de crédito de naturaleza personal entre el banco y el titular de la tarjeta, el cual esta sometido al plazo general de 15 años. Por ello, la entidad dispone de ese periodo para reclamar al titular de la tarjeta tanto las cuotas impagadas como los intereses de demora.
