La reunificación de deudas permite agrupar todas las deudas de una persona o familia en un único préstamos con una única cuota. La reunificación de deudas debe hacerse sobre un nuevo préstamo con mejores condiciones, consiguiendo así mejorar la situación financiera tras la reunificación.
El préstamo con mejores condiciones suele ser el hipotecario ya que conjuga el menor tipo de interés al mayor plazo posible. Así, al reunificar deudas de préstamos y/o tarjetas de crédito con tipos de interés más alto y plazo más corto, se consigue un nuevo préstamo con una cuota más reducida.
La reunificación de préstamos, créditos y tarjetas de crédito en un nuevo préstamo hipotecario consiguereducir la cuota mensual dedicada a los gastos financieros de las familias y les permite tener más dinero disponible cada mes.
Esta solución financiera está al alcance de todas las familias con vivienda en propiedad, tengan o no hipoteca, y les permite pagar menos al mes o/y conseguir la liquidez que necesitan en las mejores condiciones posibles.
Para poder acceder a esta solución financiera de la reunificación de deudas es importante:
Tener ingresos.- Los bancos y cajas sólo te prestarán dinero si vas a poder pagar la cuota mensual.
Tener una vivienda en propiedad.- La reunificación más ventajosa es la que se realiza sobre un préstamo hipotecario.
Que las deudas no supere el 75% del valor de la vivienda.
Lo ideal sería tramitar la operación directamente con una entidad de crédito. La segunda opción es contratar los servicios de un intermediario independiente, siempre que conozcamos su profesionalidad y solvencia. Yo no tramitaría nada si el que me trata no me aporta confianza y no puedo acreditar su formación.
Dependerá del tiempo que disponemos, de nuestros conocimientos financieros y capacidad de negociación con una entidad financiera el ir directamente o acudir a un intermediario. Lo que nunca recomendaría es firmar una hipoteca con un prestamista privado, salvo casos excepcionales que requieren del asesoramiento del abogado o profesional de confianza de la familia.
El proceso es muy similar a la tramitación de una hipoteca normal, con algunas peculiaridades:
Se negocian las condiciones de la hipoteca con el banco. Entre la documentación que hay que entregar nos solicitarán los últimos recibos de todas las deudas.
Se tasa la vivienda que hipotecaremos.
Acudimos a la entidad financiera a firmar los contratos y seguros correspondientes y para que nos entreguen la oferta vinculante.
Nos pedirán los certificados de deuda pendiente de la hipoteca antigua, de los préstamos, la deuda pendiente de las tarjetas y cualquier otro justificante que necesite el banco para cancelar el endeudamiento previo.
Una vez lo tenemos todo muy claro y entendemos todo lo que vamos a firmar, podemos acudir al notario, en el que firmaremos un préstamo hipotecario con la entidad de crédito.
La reunificación de deuda es un instrumento financiero para equilibrar nuestra situación de sobrendeudamiento puntual. No tiene sentido reunificar deudas para volver a endeudarnos al poco tiempo; no es una fórmula mágica que resuelve todos nuestros problemas, es un mecanismo para eliminar nuestras deudas de forma ordenada.